La válvula de alarma es un componente crítico en los sistemas de protección contra incendios que sirve como control principal para liberar agua del sistema de rociadores durante un incendio. El principio de funcionamiento de la válvula de alarma es sencillo pero muy eficaz.
Cuando los cabezales de los rociadores detectan un incendio, el calor de las llamas hace que los eslabones fusibles sensibles a la temperatura se rompan, lo que libera el agua del sistema de rociadores sobre el fuego. Al mismo tiempo, se activa la válvula de alarma, que activa una señal de alarma para alertar a los ocupantes del edificio y al departamento de bomberos.
La válvula de alarma tiene dos componentes principales: la válvula de control del suministro de agua y la cámara de retardo. La válvula de control del suministro de agua es responsable de controlar la liberación de agua del sistema de rociadores, mientras que la cámara de retardo mantiene una presión de agua constante para evitar golpes de ariete y aumentos repentinos del flujo de agua.
Cuando el sistema de rociadores no está en uso, la válvula de alarma está en posición cerrada, evitando que el agua fluya hacia el sistema. Cuando se detecta un incendio y se activan los rociadores, el flujo de agua resultante abre la válvula de alarma, permitiendo que el agua fluya hacia el sistema.
En general, la válvula de alarma es un componente crítico en los sistemas de protección contra incendios y se basa en un principio de funcionamiento simple pero muy eficaz para mantener la seguridad de los ocupantes y los edificios.